OJS: 20 años de parche... ¿cuándo llega la revolución?
"Después de dos décadas, OJS sigue siendo la columna vertebral de miles de revistas científicas en América Latina. Pero, ¿realmente hemos avanzado o solo hemos aplicado parches a un sistema que necesita una transformación radical?"
En 2001, cuando el Public Knowledge Project lanzó Open Journal Systems (OJS), el mundo de la publicación académica era completamente diferente. Google apenas tenía 3 años, Facebook no existía, y el acceso abierto era una idea revolucionaria defendida por unos pocos visionarios. Hoy, 20 años después, OJS alimenta más de 30,000 revistas en todo el mundo, con una concentración especialmente alta en América Latina.
La pregunta que debemos hacernos como comunidad científica latinoamericana es directa: ¿Estamos realmente satisfechos con donde nos encontramos?
El reinado incuestionable de OJS
No podemos negar los logros de OJS. Ha democratizado la publicación científica, permitiendo que universidades con recursos limitados puedan gestionar sus propias revistas sin depender de grandes editoriales comerciales. En países como Brasil, Colombia, Chile y México, OJS se convirtió en el estándar de facto para revistas de acceso abierto.
Pero aquí viene la parte incómoda: ¿cuándo fue la última vez que una revista gestionada con OJS te sorprendió por su innovación tecnológica? ¿Cuándo experimentaste una interfaz de usuario que realmente facilitara tu trabajo como editor, autor o revisor?
Los parches eternos
Durante estos 20 años, hemos visto una sucesión interminable de "actualizaciones" que, en realidad, han sido parches sobre parches. La migración de OJS 2.x a 3.x fue traumática para muchas revistas, y aún hoy, en 2024, encontramos revistas que se resisten a actualizar por miedo a perder funcionalidades o enfrentar nuevos bugs.
El problema no es que OJS sea malo; el problema es que se ha convertido en una muleta tecnológica de la que no sabemos cómo desprendernos.
¿Dónde está la revolución?
Mientras OJS aplicaba parches, el mundo tecnológico experimentaba una revolución. APIs REST se convirtieron en estándar, la inteligencia artificial comenzó a transformar industrias, y la web semántica prometía conectar el conocimiento de formas inimaginables.
¿Y qué hicimos en el mundo de la publicación académica? Seguimos enviando PDFs por email, llenando formularios web que parecen de los años 90, y esperando semanas para recibir confirmaciones de recepción de manuscritos.
Los síntomas de un sistema obsoleto:
- Interfaces anticuadas: La experiencia de usuario sigue siendo frustrante tanto para editores como autores
- Flujos editoriales rígidos: Intentar customizar el proceso editorial es una pesadilla técnica
- Metadatos limitados: La gestión de metadatos estructurados sigue siendo primitiva
- Integración precaria: Conectar OJS con sistemas externos requiere desarrollos complejos
- Escalabilidad cuestionable: Manejar grandes volúmenes de contenido genera problemas de rendimiento
El costo real del conformismo
El verdadero problema no es técnico, es cultural. Nos hemos acostumbrado a un nivel mediocre de herramientas tecnológicas en el ámbito académico. Aceptamos que "funcionar" es suficiente, cuando deberíamos exigir "excelencia".
Este conformismo tiene consecuencias reales:
- Perdemos tiempo valioso en tareas administrativas que podrían automatizarse
- Nuestras revistas son menos competitivas internacionalmente
- Los jóvenes investigadores encuentran procesos editoriales frustrantes y obsoletos
- Desperdiciamos oportunidades de innovación en la comunicación científica
¿Qué nos está impidiendo evolucionar?
La respuesta es compleja, pero identificamos varios factores clave:
1. Dependencia tecnológica
Muchas instituciones han invertido tanto tiempo y recursos en configurar OJS que cambiar de sistema parece imposible.
2. Falta de visión estratégica
Los tomadores de decisiones no comprenden el impacto de las limitaciones tecnológicas en la calidad de la producción científica.
3. Ausencia de alternativas viables
El ecosistema de herramientas editoriales innovadoras está dominado por soluciones comerciales costosas o proyectos académicos con recursos limitados.
La revolución que necesitamos
Es hora de pensar en grande. La revolución que necesitamos no llegará con OJS 4.0 o 5.0. Necesitamos repensar completamente cómo debe funcionar una plataforma editorial en 2024 y más allá.
Nuestra visión de la plataforma editorial del futuro:
- Inteligencia Artificial integrada: Automatización de revisión de metadatos, detección de plagios, y asignación inteligente de revisores
- APIs robustas: Conectividad nativa con sistemas institucionales, repositorios y bases de datos
- Web semántica nativa: Metadatos estructurados que permitan descubrimiento y conexiones automáticas
- Experiencia de usuario moderna: Interfaces intuitivas que faciliten el trabajo de todos los actores
- Analíticas avanzadas: Insights profundos sobre el impacto y la calidad de las publicaciones
El compromiso de ORBITA
Desde ORBITA lab, no nos conformamos con criticar sin proponer soluciones. Nuestros proyectos INDAI y el sistema de conversión automática con IA son pasos concretos hacia esa revolución tecnológica que necesitamos.
No se trata de destruir lo existente, sino de construir alternativas que demuestren que es posible hacer las cosas mejor. Que es posible tener herramientas editoriales que no solo "funcionen", sino que inspiren y potencien la comunicación científica.
La pregunta final
Después de 20 años de parches, la pregunta ya no es si OJS seguirá siendo relevante, sino si nosotros, como comunidad científica latinoamericana, tenemos el valor de exigir y construir algo mejor.
¿Cuándo decidiremos que merecemos herramientas del siglo XXI para hacer ciencia del siglo XXI?
La revolución no llegará sola. Tenemos que crearla.
Equipo ORBITA lab
Investigadores especialistas en tecnologías de ciencia abierta y publicación académica. Comprometidos con la transformación tecnológica del ecosistema científico latinoamericano.
